Existen ojos para ese jardín de lágrimas
que se fugan de los recuerdos
¿o acaso se acaban las fuerzas
que incitaban a la alegría y a la gallardía
con la que luchabas para apaciguar
las ansias de no existir?
No seas entonces otra pieza del vacío
y la constante burla del viento que deja el desenfreno.
No seas la risa hipócrita,
la mirada superficial y mucho menos el eco de la nada.
¿Te han robado, acaso, el alma?
la que solía fascinarme con sólo presenciarla...
en que momento te resignaste a perder y a dejarme solo,
con la carga mas liviana que la cual llevas ahora a cuestas.
Pensaré que solo basta despertar...
sigue estampando huellas, no te quedes.
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