Asido en ti encontré un sueño
replicó mi voz y mis oídos corrieron hacia tu melodía
te hicieron bella a mi alma, infinita a mi corazón
y tu nombre murmuro para parir mi risa.
Te hallo entonces parecida a la aurora
en el cielo que atraviesa mis ojos
acaricias las nubes, te adornas con estrellas...
la brisa trenza a través de tu cintura y me embeleso
porque nunca sentí tan cerca la belleza
nunca vi al amor hacer parte de la creación
como lo hace cuando horadas el silencio.
Te mezclas con las flores y sigo contemplándote
que tu existencia la creo imposible a veces
eres distinta, tan bella...
que las palabras no alcanzan para inventarte
Tal vez seas mágica, tan sublime
como cuando haces parpadear luciérnagas en horas oscuras.
II
Esa eres tu...
silenciosa y risueña
distante y presente
pedazo de cielo, alas de ilusión
mis ojos no mienten, eres tan real
De manera ufana me encuentro
con mi mano extendida porque aún creo
que el infinito asienta un pedazo tuyo en mi
cuando te pienso, cuando te sonrío, cuando te sueño
pareces distante, pero ahí estás, con tu piel
tu boca y tu ternura, tan cerca a mi alegría...
algo de cielo tienes, insisto.
Tus pasos se los dejo a la fascinación ajena
a mi déjame un abrazo
porque abrazarte para vivir sería lo justo
para sentir que la vida se puede soñar...
Tu nombre, ese es el nombre,
que el esplendor usa para pasear por la tierra.
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